Esto no es un adiós, es sólo un Gracias
GRACIAS CANCÚN
Aún no me creo que hayan pasado seis años desde aquel 15 de agosto de 2015 que llegamos a vivir a Cancún.
No sé en que momento el tiempo ha corrido tantísimo.
Siento como si las horas, los días y las semanas hubieran pasado volando delante de mía a cámara rápida. Me veo como el correcaminos corriendo detrás de segundos y minutos, para que no se me escapen.
Pero no lo logro.
A veces parece que sólo he pestañeado, que abro y cierro los ojos un segundo y ya se me escapó el tiempo.
Eso sí. Cada día tengo más claro que el tiempo es nuestro bien más preciado. Es algo que realmente nos iguala a todos los seres humanos. Todos los días son de 24 horas y las horas son de 60 minutos. Para todos. Sin distinguir edad, sexo, religión, clase social o cultura. Vivas donde vivas.
Ya dependerá de cada quien como lo aproveche, porque, cuando se va ya es para siempre. A veces sin darte cuenta.
Y eso me pasa ahora. No sé en que momento pasaron estos seis años. Es la verdad.
Intento mirar atrás para recordarnos aterrizando en el aeropuerto de Cancún y diciendo hola a nuestra vida y de pronto me encuentro despegando de ese mismo aeropuerto pero diciéndole adiós a seis maravillosos años.
Aunque este post no va a ir de despedidas, eso lo tengo claro. No voy a decir adiós. Quizás un hasta pronto, que me gusta mucho más.
La vida me ha enseñado a decir adiós a la gente que quiero, sin sacarlos de mi corazón.
CHARLES CHAPLIN
Me encanta esta frase de Chaplin.
Pasad por los sitios siendo capaz de decir adiós, de decir hasta pronto, deshaciéndote de muchas cosas materiales por el camino, pero guardando para siempre los momentos felices vividos. Las risas, algún que otro llanto, los amigos que se convirtieron en familia y, en definitiva, vivencias y experiencias que ninguna despedida nos podrá ya quitar.
Pues eso mismo. Se trata de sumar.
Se trata de llevarte a personas maravillosas, personas que hemos conocido gracias a que un día fuimos capaces de decir adiós.
Se trata de llevarte en el corazón a lugares maravillosos y a un país, México, y una ciudad, Cancún, que nos acogió con los brazos abiertos y que ya siempre será parte de nuestras vidas.
Por eso este post no va de despedidas. No es un adiós.
Este post es un agradecimiento.
Es mi forma humilde de dar las GRACIAS por estos seis maravillosos años.
En primer lugar, y ya sabéis, que en mi caso no podía ser de otra manera, tengo que dar la GRACIAS A DIOS por haberme regalado esta experiencia, estos seis maravillosos años. Por permitirnos superar los momentos difíciles que nos tocó vivir, enfermedad, huracanes y pandemia incluida.
Y por darnos la oportunidad de disfrutar de tantos buenos momentos vividos.
GRACIAS a todos y cada uno de mis amigos mexicanosy a todas las personas que han hecho posible que nuestra vida en Cancún fuera más fácil. Me sería imposible escribir todos y cada uno de sus nombres.
Pero ellos y especialmente ellas, MIS QUERIDAS AMIGAS, saben quiénes son. Y también creo que saben que siempre serán parte de mi vida, esté donde esté.
Aunque no nos veamos en tiempo, ni hablemos a diario, sé con certeza que siempre estarán ahí para mí y yo estaré ahí para ellas.
Igual que siempre han estado y siguen estando a las que una vez dije adiós en España.
GRACIAS al Colegio Alexandre. No pudimos hacer mejor elección. No existe el colegio perfecto, pero para nosotros éste, sin duda, lo ha sido. Mis hijos han sido felices. Yo he sido feliz. Allí hemos conocido a estupendas familias que ahora forman parte de la nuestra y mis hijos han hecho amigos que seguro serán para siempre.
Han tenido una fantástica educación académica gracias a excelentes profesores pero sobre todo, una, aún mejor, educación en valores.
Gracias a todos ellos, a su equipo directivo y especialmente a mi querida Miss Ale por hacernos sentir parte desde que llegamos de la hermosa familia troyana.
Gracias a mis queridas Españolas en Cancún, por todo el apoyo prestado desde que llegué. Un grupo en el que siempre ha habido muchas despedidas, tantas, que ahora hemos pasado a ser Españolas por el mundo. Así es la vida, sobre todo la del expatriado.
Unos vienen. Otros van. De todos se aprende.
Gracias a toda mi familia, especialmente a mis hermanas por siempre estar ahí y a Mi Madre. Sé que para ella no es nada fácil tenernos lejos, sobre todo a sus nietos. Y tampoco le es nada fácil, a su edad, entender y manejar las nuevas tecnologías. Pero aún así lo intenta cada día para poder hablar con ellos.
Aunque ello implique dejar mensajes o llamadas por error a toda su lista de contactos, llamar a las 4 de la mañana con el cambio horario y reenviar las fotos familiares a quien no debe.
Lo importante es que se esfuerza cada día con el único deseo de sentirlos más cerca.
Así es que Gracias por ello, Mami.
GRACIAS A MIS HIJOS. Pero Gracias en mayúsculas.
Porque aceptan con buena cara los cambios en nuestras vidas. Porque, a pesar de que Cancún siempre será una parte importante de sus vidas y eran felices allí, entienden el cambio como una oportunidad para nuevas experiencias. Para nuevos amigos.
Porque en realidad se trata de eso, de sumar, de quedarse con lo bueno de cada lugar, de aprovechar las oportunidades que están teniendo. De tener siempre una actitud positiva antes los cambios.
Y no deja de ser curioso o simple casualidad. El caso es que no he escrito en mucho tiempo. Llevo queriendo hacerlo desde que llegamos aquí hace casi tres meses ya. Pero o no me alcanzaba el tiempo, que ya dije al principio que volaba demasiado rápido delante de mí, o no me salían las palabras adecuadas.
Y justo hoy, cuando es nuestro aniversario de boda, 24 años, nada más..y nada menos. Y justo hoy, que además mi marido está precisamente en Cancún trabajando.
Hoy, justo hoy, me salen estas palabras, así sin pensar.
Será casualidad ….
Espero que le sirva como regalo de aniversario. Siempre me pide que escriba, así es que aquí lo tiene.
Sea lo que sea, MIL MILLONES DE GRACIAS a mi querido compañero de viaje, a mi medio-páncreas súper-héroe favorito, por estos 24 años más nueve, juntos.
GRACIAS por darme la oportunidad de vivir una etapa maravillosa etapa en Cancún, aunque al principio no lo viera así.
GRACIAS por hacerme mirar siempre hacia adelante y ver las oportunidades, a veces segundas, que nos brinda la vida.
Así es que, después de seis maravillosos años, dejo de ser temporalmente Majo, de Cancún, o María José de Córdoba, para convertirme, en el país que no tiene acentos, eñes ni nombres compuestos, en Maria Pena.
Aunque lejos de lo que a partir de ahora será mi apellido en este país, estoy feliz y agradecida por esta nueva etapa, que seguro, deseo y espero y por lo que he vivido hasta el momento será igual de maravillosa que la anterior.
Así es que aquí estamos, MIAMI.
Preparados y listos para comenzar.
Preparados y listos para seguir sumando.
Y como dice una de mis películas favoritas..
Esta vida, a veces duele, a veces cansa, a veces hiere, esta vida no es perfecta, no es coherente, no es fácil, no es eterna, pero a pesar de todo….
En Córdoba, en Cancún o en Miami
La Vida es Bella
Majo woow que hermoso y tan cierto solo te digo gracias a ti y A tu familia por tanto eres una persona única !!! Te adoro guapa !!!
Muchísima suerte!!!! Una gran experiencia de vida…. Besotes
Eres la caña de España, si con Ñ, esa que nunca te abandonará. Te deseo felicidad en vuestro nuevo hogar. Un beso enorme para los nenes y Pedro. Para ti un achuchon grandote
Recuerdo el día que fui a tu casa, y estabas preparando tus cajas para tu nueva experiencia, y despedirme de ti, los niños y de Pedro, me alegro muchísimo que vayas a por otra experiencia, la verdad es que lo más bonito de esta vida es ser felices y tu lo eres, con tu familia y con todo lo que has conseguido, de tu prima