LA LISTA DE BUENOS PROPÓSITOS DE MJ
Los objetivos no sólo son necesarios para motivarnos. Son esenciales para mantenernos vivos.
– Robert H. Schuller.-
COMENZANDO EL 2018. De vuelta en Cancún
Ya terminó la Navidad y con ella nuestras vacaciones en España.
Estamos de nuevo en Cancún, dispuestos a comenzar un nuevo año con las pilas cargadas después de unos días maravillosos con la familia y los amigos.
Reconozco que las pilas no sólo las hemos cargado de abrazos, besos, reuniones familiares, buenas conversaciones, risas y algunos que otros llantos.
También hemos recargado energía con nuestra riquísima gastronomía española. Jamoncito, queso, lomo, pan, pescadito, gambitas, cocido, tortilla española, croquetas, salmorejo…
Vale. Vale. Lo dejo aquí.
Que conste que podría continuar un rato más pero creo que os hacéis una idea.
Cuando regresas a casa por Navidad todo te sabe más rico.
Aunque al final, cuando vuelves de nuevo a la rutina sea necesaria una «cura de desintoxicación».
Una de las cosas buenas de vivir fuera es que aprecias más todas las cosas que no tienes el día a día.
Pero ahora ya estamos de nuevo en Cancún. La rutina. La vida cotidiana. Los niños en el colegio, actividades extraescolares, cumpleaños, exámenes.
Y yo de nuevo con mis tareas habituales. Las mismas que ya os he contado en varias ocasiones. Y si no os acordáis podéis volver a leer mi post sobre «La magia de la cotidianidad».
https://www.elblogdemj.com/la-magia-de-la-cotidianidad/
Bueno, la verdad es que en estos días que llevo aquí si qué he hecho algunas cosas diferentes.
¡He ido a un BabyShower!.
Para quien no lo sepáis es una fiesta que se le preparan a una amiga que espera un bebé.
Se hace un superdesayuno, juegos y sobre todo se pasa un buen rato.
Nunca había ido a ninguno. Ni aquí ni en España. Ha sido algo completamente nuevo para mi.
Pero ha sido especial porque era para nuestra querida amiga Saskia. Una española que lleva aquí como yo más o menos y que espera a Carla, su segunda hija.
Y aquí estamos su «familia cancunense española» deseando de verle la carita. Va a tener un montón de tías para achucharla.
Pero yo hoy, en este post, quería contaros otra cosa.
Dejo para el próximo las cosas interesantes que han ocurrido en este mes de enero.
Lo prometo.
Hoy quería hablaros de mis propósitos y objetivos para el 2018.
Las grandes mentes tienen propósitos, otros tienen sueños.
Washington Irving
MIS PROPÓSITOS PARA ESTE AÑO
Comenzar un nuevo año con una larga lista de buenos propósitos, metas que cumplir y hábitos que mejorar es una tradición.
A ver. Con sinceridad.
¿Cuántos de los que me estáis leyendo ahora mismo no comenzáis cada año con esa lista?
Hacer más ejercicio, ponerse a dieta, dejar de fumar, apuntarte a la academia de inglés, correr un maratón, hacer un viaje, llamar más a tu mami, visitar a familia o amigos que viven lejos (lo podéis tomar como una indirecta en mi caso), y un largo etcétera.
Deseos, propósitos, objetivos que hacemos tras tomar las 12 uvas y brindar con champán al recibir el nuevo año.
Deseos, objetivos y propósitos que luego, pasados los primeros días de euforia se van quedando en papel mojado.
¿Alguno de vosotros ha anotado esos propósitos y luego ha comprobado al final del año cuantos cumplió?
Yo desde luego, no. Por lo menos hasta ahora.
Que conste que cada año me lo propongo, pero hasta ahora no lo he conseguido.
Para algunos (los soñadores) será una larga lista con muchas cosas por hacer.
Para otros (más realistas), tan sólo alguna de las que estemos seguros poder cumplir.
Yo este año he decidido que voy a hacer la lista.
Por escrito y con vosotros como testigos.
Y me comprometo a revisar esa lista al terminar el año y ver cuántas cosas he cumplido, aquellas que no y el por qué.
Os animo a hacerlo también. No os llevará mucho tiempo.
Es como hacer una lista de la compra pero con propósitos.
Con vuestros deseos.
Es importante que seamos realistas.
Esos deseos o propósitos deben depender en alto porcentaje de nosotros mismos.
Tienen que implicar esfuerzo por nuestra parte para conseguirlos. No vale el azar o la suerte en esta lista.
Os pongo un ejemplo.
Está claro que todos deseamos salud. Pedimos siempre para nosotros y para todos nuestros seres queridos salud y más salud.
Nuestro principal deseo.
Está claro que eso va a depender de lo que Dios quiera. Y de la ayuda de la medicina y el avance la ciencia.
Pero sí que nosotros podemos ayudar un poquito a ese deseo.
Alimentación sana y ejercicio diario a ser posible.
¿A qué eso si depende de nosotros?.
Cuidemos mucho lo que comemos y lo que damos de comer a nuestros hijos.
Educarlos es también enseñarles a comer sano. Enseñarles a que quieran y respeten su cuerpo.
Y aunque sea mucho pedir, cuanto menos estrés mejor.
Nuestra salud se ve debilitada a diario por demasiadas situaciones de estrés a las que estamos sometidos.
Y sin darnos cuenta.
Algunas son inevitables pero otras si lo son.
Y depende mucho de la manera en que nos tomemos la vida.
Cuando venga un problema real hay que ocuparse de él.
Pero si no lo es ¿para qué pre-ocuparse antes de tiempo?.
Guardemos nuestras energías y fuerzas para cuando realmente las necesitemos.
Esto es muy fácil de escribir y decir, pero muy muy difícil de cumplir. Yo lo sé.
De hecho, yo soy de las que me preocupo muchas veces antes de que llegue el problema.
Y lo que es peor. Me enfado antes de que llegue el motivo.
De esto último estoy intentando aprender y seguro que tendrá un lugar destacado en mi lista de propósitos.
Y no nos olvidemos de una alimentación sana no sólo para el cuerpo, sino para el espíritu también.
Con oración, con meditación o con la manera que cada uno quiera según sus creencias. No hay nada como encontrarse en paz con uno mismo.
En mi lista no faltará el propósito de sonreir. Lo más que pueda.
De transmitir alegría y “buen rollo” o “buena onda”, como dicen en México.
¿A qué a todos nos gusta estar rodeados de personas positivas, alegres y que te inspiren buenas vibraciones?.
Pues comencemos por ser nosotros una de ellas.
Una palabra amable antes que una desagradable.
El silencio antes que una ofensa o insulto.
El sumar antes que restar.
Pensar en positivo antes que en negativo.
El ponerse en el lugar del otro.
La paciencia y la compasión.
MJ
No puede ser tan difícil ¿verdad?.
Me niego a pensar que la especie humana que ha llegado tan lejos en avances científicos y tecnológicos sea incapaz de algo tan sencillo.
Hay un propósito nuevo que meto este año en mi lista. Y que os animo a hacer también.
Leer
Si. Si. Leer. Y si es posible, para mí, si es en papel, mejor.
Yo siempre he sido una voraz lectora. Desde bien pequeña. No sé cuantos libros me he podido leer en mi vida. Me hubiera encantado irlos anotando todos.
No sé en qué momento dejé de leer habitualmente. Supongo que cuando empecé a estudiar en la Universidad.
Pero este año me he propuesto retomar esa buena costumbre que tanto me ha ayudado siempre.
Y me comprometo a leerme un libro al mes. Doce libros al año.
Ya he comenzado. Con libros que tengo en casa que leí hace mucho tiempo y que ahora están leyendo mis hijos. El primero ha sido El Principito.
Pero esta vez sí los iré anotando.
Acepto recomendaciones.
Otro objetivo para este año es escribir más. Me gusta escribir. Y no se me da mal del todo.
El año pasado escribí dos pequeños cuentos para mis hijos y no me salieron tan mal.
Así es que este año me propongo escribir más. De lo que sea, pero que lo que escriba me haga sentirme bien y, sobre todo, que haga sentir bien a las personas que lo lean.
Y aquí va mi propósito más importante.
Pasar todo el tiempo posible con mi familia. Aquí en Cancún con mis hijos y mi marido y mi «familia cancunense».
Y el tiempo que pase en España con los míos, aunque sea poco, que sea intenso y de calidad.
Así es que esta es mi lista de propósitos del este año 2018 que está comenzando.
Muy simple. Y a la vez muy complicada.
Podía haber puesto algunos más pero dije que quería ser realista. Voy a revisarlo cuando acabe el año y quiero poder conseguirlo.
Os la resumo:
1.- Alimentación sana de cuerpo y espíritu para “ayudar” y poner mi granito de arena para mi salud y la de mi familia.
2.- Deporte y ejercicio (Nadar y bailar, a ser posible).
3.- Sonreir todo lo que pueda. Ser agradecida, tener siempre una palabra amable e intentar ser “buena onda”. Positiva aún en situaciones complicadas.
4.- Tener grandes dosis de paciencia, sobre todo con mis hijos (y mi marido).
5.- No preocuparme antes de que lleguen los problemas. Y sólo ocuparme de ellos cuando sean importante.
6.- No enfadarme antes de que lleguen los motivos. Y cuando lleguen “relativizarlos”. Pero intentar no enfadarme. (Si me enfado no sonrío y dejo de ser buena onda).
7.- Leerme un libro al mes.
8.- Escribir más.
Y lo más importante….disfrutar al máximo de mi familia e intentar ser feliz.
Qué la vida es muy corta. Y un año se pasa volando.
Y el tiempo no se recupera.
No podemos desperdiciarlo. Ni un solo minuto.
Y tú. ¿Ya has hecho tu lista?
Excelente artículo!!! Vamos a aplicarnos al maximo!!!